Aquellos que vivan en una comunidad de vecinos con un sistema de calefacción comunitario seguro que conocen los contadores individuales de calefacción central. Estos contadores lo que hacen es individualizar el consumo para conseguir un uso de la calefacción más responsable.
Hasta hace no mucho, vivir en una comunidad con calefacción central significaba pasar calor tanto en verano como en invierno. Daba igual cerrar los radiadores que tenerlos abiertos las 24 horas del día, lo que se pagaba por calefacción iba a ser lo mismo. Pero esto cambia con la llegada de los repartidores de costes.
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Contadores individuales de calefacción central
¿Para qué sirven?
Los contadores individuales, o calorímetros, son unos pequeños aparatos que se instalan en cada radiador de una vivienda para saber lo que consume. De esta manera, en las comunidades de vecinos con calefacción central, se podrá repartir el consumo de la caldera en función de lo que ha gastado cada vivienda.
Es una medida para que cada vecino pague únicamente por lo que consume dentro de su casa, así se consigue un consumo más acorde con las necesidades de cada familia. De esta manera, si un inquilino va a estar unos días fuera de casa, seguro que cerrará los radiadores antes de marcharse para no pagar por la calefacción que no va a consumir.
Lo ideal es combinar los contadores individuales con válvulas termostáticas en cada radiador, para que se pueda regular la intensidad de cada uno o apagar aquellos que no son necesarios.
¿Cómo funcionan?
Los repartidores de costes de calefacción central funcionan básicamente midiendo dos temperaturas: la temperatura de la superficie del radiador y la temperatura ambiente de la estancia donde está el radiador.
Estos contadores individuales se componen de dos sensores para medir las temperaturas, una pantalla, la fuente de alimentación, componentes para su instalación y un precinto. Es el precinto el que evita que se puedan manipular estos aparatos, por lo que no podrás cambiarlo por tu cuenta si sustituyes un radiador.
Todos los repartidores de costes deben cumplir con la norma UNE-EN-834:1994, que establece varios requisitos técnicos y describe cómo debe funcionar, pero para simplificar se puede decir que un repartidor de costes comienza a medir si se dan una de estas dos situaciones:
- Cuando la diferencia de la temperatura ambiente y la temperatura de la superficie del radiador es mayor de 4 ºC.
- Cuando la temperatura de la superficie del radiador alcanza los 40 ºC en verano o los 29 ºC en invierno.
En la pantalla muestra el consumo de cada radiador en función del factor k. De esta manera se puede llevar un control del consumo sin tener que esperar a que llegue la factura. Pero este factor no está en kWh, sino que es un factor que establece el consumo de cada radiador en función de parámetros como:
- La potencia del radiador
- El número de elementos
- Sus dimensiones
- Material del radiador
- La marca y el modelo
- Caudal
- Etc…
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¿Son obligatorios?
Para España, en el momento en el que he redactado este artículo no existe la obligación de utilizarlos. La Directiva Europea de Eficiencia Energética 2012/27/UE obligaba a ello, y en un primer momento se comentó que la transposición de esta Directiva entraría en vigor a comienzo de 2017, pero finalmente no fue así.
Actualización abril 2019: La Directiva todavía no ha entrado en vigor, por lo que la Comisión Europea ha decidido llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE. Se acabará aprobando, pero habrá que ver cuando y con qué requisitos.
Son varias las empresas instaladoras de contadores individuales de calefacción central, entre las que se encuentran Ista o Remica.
Ventajas y desventajas
Personalmente me parece que este sistema es un gran avance. Aunque la normativa de tu país o comunidad no te obligue a usarlos sigue mereciendo la pena utilizar los repartidores de costes de calefacción central.
Ventajas
- Se reduce el consumo energético. Cuando el consumo es individualizado cada inquilino buscará cómo consumir menos, o bien mediante el ajuste de temperatura de cada radiador o bien mejorando el aislamiento de la vivienda.
- Se hace un reparto justo. Si hay una vivienda que ha invertido en aislar mejor sus paredes y ventanas pagará menos. Si no se hiciese el reparto pagaría lo mismo que otra vivienda que tuviese un mal aislamiento térmico o dejase las ventanas abiertas durante horas.
- Eres consciente de lo que consumes. Los repartidores de costes miden el consumo que luego verás en la factura. Tendrás de esta manera un histórico de tus consumos y conocerás mejor tus hábitos y tu vivienda.
Desventajas
- La principal desventaja llega a la hora de cambiar el radiador. Si se ha deteriorado y necesitas cambiarlo tendrás que pagar a un técnico de la empresa que haya instalado el repartidor de costes para que vaya a tu casa a colocarlo en el nuevo radiador. Un trabajo de unos pocos minutos que no es barato.
Más información: AERCCA / Remica
Y si la calefacciòn central està encendida y nadie la usa , quien paga el coste de estar encendida.?
Como calcular cuanto cuesta 8 horas que nadie consume.