Una instalación fotovoltaica aislada consiste en combinar el uso de paneles fotovoltaicos con baterías. De esta manera se almacena energía en las baterías para poder aprovecharla en momentos de ausencia de sol.
Lo cierto es que este sistema se lleva usando durante muchos años. Sus usos son de lo más polivalente: desde una pequeña estación meteorológica hasta el bombeo de agua de todo un campo de cultivo. Es un tipo de energía renovable que permite aprovecharse tanto a pequeña como a gran escala.
Vamos a ver más en profundidad esta tecnología.